el entenado

y volver a llenar cabezas mediocres con recuerdos galopantes de tardes de lluvia y café.

"Me acosté, desconsolado, en el suelo, y me puse a llorar. Ahora que estoy escribiendo, que el rasguido de mi pluma y los crujidos de mi silla son los únicos ruidos que suenan, nítidos, en la noche, que mi respiración inaudible y tranquila sostiene mi vida, que puedo ver mi mano, la mano ajada de un viejo, deslizándose de izquierda a derecha y dejando un reguero negro a la luz de la lámpara, me doy cuenta de que, recuerdo de un acontecimiento verdadero o imagen instantánea, sin pasado ni porvenir, forjada frescamente por un delirio apacible, esa criatura que llora en un mundo desconocido asiste, sin saberlo, a su propio nacimiento. No se sabe nunca cuándo se nace: el parto es una simple convención. Muchos mueren sin haber nacido; otros nacen apenas, otros mal, como abortados. Algunos, por nacimientos sucesivos, van pasando de vida en vida, y si la muerte no viniese a interrumpirlos, serían capaces de agotar el ramillete de mundos posibles a fuerza de nacer una y otra vez, como si poseyesen una reserva inagotable de inocencia y de abandono".
El entenado, Juan José Saer.




desconozco por qué vino a mi mente este librito pequeño escondido en las altas bibliotecas del lugar donde venden café e ilusiones.

2 comentarios:

Dulce Magnolia dijo...

hacia mucho q no me paseaba por estos rumbos
siempre todo tan tranquilo
y natural



asi como vos
simpleza
y belleza




dias de verano
tardes de sol insolador
que sera d nuestras almas?

g. dijo...

Gran libro.


Con "El entenado" deja por un momento esa busqueda narrativa que tenía en "El limonero real" Y "Nadie Nada Nunca" para darnos una historia más clásica desde su narrativa.

Gran novela.
Gran autor.

Y podría hablar mil años sobre Saer. Pero no creo que sea hoy...

Saludos y besos.