taparse con una frazada es el milagro más hermoso cuando tus oídos se llenan rápidamente de frases que son enigmas como vos que vas en cámara lenta de un lado al otro de la casa como un río o dos faros de luz o un globo aerostático de vientos y frutos que no conozco.
y el momento se vivió en cámara lenta, casi sin darme cuenta. y a mi alrededor, quince mil consonantes que tapaban absolutamente todos los sonidos restantes que quedaban del tamaño de una piedra que podés encontrar en la calle mientras te pisan las gotas y los grises y los árboles que se mueven furiosos. es que cualquier puente quedaba ínfimo, se parecía a la fragilidad de darme vuelta en medio de la noche y encontrar pájaros en vuelo fugaz, como aquellos que soñaba en medio de la tormenta de insomnios y letras moradas. indescriptible momento de silencio en medio de sábanas calientes y almohadas desordenadas por el caos que soy cuando destapo todo lo que no quiero lastimar nunca jamás. decía que era el mismísimo sonido de la madrugada que se escurría entre mis rulos para girarme y poder contemplar la imagen que yo también apreciaba aquella vez.
era completamente hermoso y era silencio, era un rayo flaquito de luz que me atravesaba entera como si supieras lo que quiero decir cuando lo digo.
era otra forma de descubrir eso que parece ser una fuente inagotable, un iceberg en pleno ascenso, un abrazo de anhelos polares que espero lleguen ya.
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