es como una bola de fuego que lo carcome por dentro mientras mira los paracaídas en viaje constante. bajan desde el cielo hasta los pies y los mojan con agua de rocío y lágrimas que no llevan tildes.
¿qué sexo tendrá esta sensación? ¿será hombre, mujer o tan solo panadero?
digo, ¿podrá salir volando cual diente de león, miles de partículas en pleno vuelo hasta chocar contra las mejillas rozadas de calor? ¿será quietud, como la conexión?
quizás es hora de temblar hasta romperse las uñas y despeinarse y sentir como el suelo, tierra, madre y ancestros, se deshace bajo estas capas de indiferencia, que es diferente a quererte pero lo más parecido al amor platónico que vayamos a sentir nunca.
dale, un abrazo nada más...
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