y este pedazo de nada nace de "algo"


a mí me pareció que iba a explotar, como que toda esa calidez no entraba ya en ese cuerpo de sábado por la noche y entonces no quedaba otra que deshacerse en pedazos de quietud y explotar quizá un copo en silencio y no, gritar hasta quedarme sin voz lo que pasaba cuando mis brazos eran un copo quietud y no, correr a gastar palabras cursis y cerrar los ojos y desaparecer para no ponerme colorada ya, sino más bien transparencias que fluyen desde mí como ríos de colores que todo lo inundan y a veces me parece que las personas se ahogan entre tanto gesto desconcertante y entonces se hunden como las monedas que le presté a la china para que pidiera un deseo aquella vez y, por más que intente buscar, a veces es preferible sentarse a explotar y a ver cómo renacen los amores escondidos debajo del mar de palabras apuradas. si tan solo adivinaran la calma de estar, de cerrar los ojos y pensar en mundos de ayer y de mañana, de todos los días desde que (te) conocí y acá van otra vez los vocablos insensatos y dañinos, se creen inocentes cuando todo lo que logran es tempestad una y otra vez y la rabia yo yo yo yo y la rabia y todos y la rabia y los que se quedan en el fondo color azul y la rabia y explotar, pero en realidad acá hoy es todo calma y soles de lunes y de martes y de días preferidos cuando todo lo que a veces anhelo es sentir otra vez el corazón acelerado, que parece que va a detonarse conmigo, como cuando el día más feliz, ese señor que no es más que un ser de luz anunció que ese era el momento para animarse y quizá no nos entregamos al pedido primordial pero nos llenamos de calma, que no es aparente sino real, como acostarse al sol mientras se escuchan risas y cometas que dejan estelas de nube sobre mi cabeza, parece que todo se desmorona y así está bien porque, por si no te diste cuenta, ya me entregué al deseo de viajar con este corazón a toda velocidad.






No hay comentarios: