la caída es impensada. estás tan cerca, te siento respirar. me mordés una oreja, no susurrás nada, crepitaciones de domingo por la mañana, yo me entrego al estar...
y cuando abro los ojos y todo se desvanece sos oscuridad y misterio, no existís más que en mis sueños, donde no tengo miedo, donde te escucho respirar, presto atención, aguzo el oído, pronuncio sílabas imposibles, las desarmo, las recorto y las pego en otro lugar, distinto, más azul, más lejano.
me veo dormir, me encuentro perfecta y calma, movimientos suaves de domingo por la mañana y cuando te desvanezco toca a mi puerta la soledad.
2 comentarios:
Los sueños a veces son traicioneros. Y no suelen quedarse con nosotros el tiempo suficiente.
Besos
¿Quisieras ser así como?
Publicar un comentario