*** (primero el anterior, claro)

Llegué y me saqué toda la ropa, empezando por los zapatos verde violento que duelen en todo el cuerpo. Me saqué todo rastro de civilización, dejé el tic.tac para otro momento y me limpié tus besos con esponjas suaves, luego ásperas, luego espuma y llanto en silencio. Y las lágrimas se confundían con la lluvia y caían irremediables en el pasto gris donde ahora me encontraba, luego alma y shampoo en mi pecho indefenso. Y borré todo rastro de vos y esa noche cené penas. Ese era el fin de todo. Ya fantasma de rulos salvajes y corridas por el bosque de cemento, ya irreales tus manos frenéticas entre la multitud, pero siempre vos y yo y tus rulos y tus labios de sal que eran carnosos y me miraban con deseo aquél día que decidieron sonreírme frente al reflejo de la máquina. Hoy estaba desnuda y vacía y sucia, cuerpos abarrotados pintados de azul que se agitan frente a la máquina, mi anhelo de sábanas de cristal cuando solo ente mutilado por la lluvia y el jabón con rastros de tu voz que es misterio —soy—.

1 comentario:

nochesdesvelada dijo...

cada vez fotos mas hermosas