instante

si yo tuviera treinta y dos soles a mi disposición y todo el tiempo del mundo para dedicarte, sin duda extrañaría aquella nube gris que de a ratos me a-tormenta.
sin embargo, me alcanza con el instante de luz que muere para mirarte a los ojos sin decir nada, como esos animales negros que agradecen las caricias de mil formas silenciosas, porque las palabras, aun si vienen de la mano de aquellos instantes que no se van, deberían callarse.



*
en algún cuaderno perdido de mi vieja habitación escribí algo sobre regalarte mil colores.

2 comentarios:

Nene Tonto dijo...

los instantes tormentosos de vez en cuando se añoran, es verdad.

Dulce Magnolia dijo...

es q por momentos se hacen eternas las letras y cuando salen de la boca la eternidad s multiplica por mil
pero cuando no estan y los silencios inundan s necesita q vuelvan.
como por momentos contradictorio.
prefiero a veces callar y escuchar.
pero nadie habla... y el silencio me agota.





y un beso.. cecilii.