soy de ningún lugar.
y ojalá tuviera los recursos necesarios para explayarme aún más sobre este tema, pero la verdad, así lisa y llanamente, es que soy de ningún lugar.
el día que por fin vengan a mí las naves espaciales que me lleven a mi casa donde pueda dormir tranquila sin tener que pensar en la luz, en las obligaciones, en las personas y demás etcéteras, ese día podré proclamar sin reparos que pertenezco.
mientras tanto me digno a observar a todos con los ojos bien abiertos, conciente de saber que en los únicos lugares donde el sueño es amigable es en los terrenos desconocidos, donde uno se entrega al deseo de fluir como el río, ese río del que te contaba hoy...


y más palabras vacías.