con el frío en la cara, la bufanda, la campera gigante, la capucha, los auriculares, a comprar libros en la gran barata. reír siempre es la solución a los minutos extensos, los silencios son innecesarios en medio de la comodidad de una tarde de viernes.
¿y cómo fue qué pasó? si lo único que quería era indagar aún más, sin un fin lógico. como si todos fuéramos presos en esta cárcel iluminada, como si todos tuviéramos las mismas inquietudes a la hora de abrir los ojos a las siete de la mañana. café obligatorio.
(siempre pasa lo mismo. la profesora de lingüística, en medio de alaridos y silencios y miradas y apuntes dijo certezas: mis pensamientos, no los puedo transmitir, no los comunico, rondan en mi cabeza y de mis dedos apurados solo salen incoherencias.)
1 comentario:
esa profesora de lingüística...
no me digas que leiste todo lo que me pregunté?
y si... me pescaste... eso hago en vez de irme a dormir :$
Publicar un comentario