el miedo a las palabras


hola. te hablo desde acá, detrás del vaso lleno de cepita de naranja que suda por el calor, como yo que soy brillante ya, destellos de algún mensaje que te dejé entre sueños.
hoy me detuve en las noches de insomnio. fui la persona que puso la canción a todo volumen, la que saltó arriba de la cama en estado mental de tres años de edad y corazón que se salía de sí. no controlaba ningún músculo, no había nubes aparentes, el sutil arte de flotar entre todos cual carta voladora. ya ni me acuerdo de qué te conté.

pero hablé. hablé y mucho y no reinó el silencio y prendí las luces de navidad para alumbrarme y alumbrarte a la distancia y fuiste hermoso, presencia a lo lejos, mil océanos que se movían a la par y me dirigían hasta eso que una y mil veces empieza, termina, se regenera, nos olvidamos.
nos olvidamos de todo.
te miro a la cara yo ya no sé ni quién sos, estás tan allá que preferiría correr en otra dirección a ver si al menos puedo hacer foco y encontrarte. un punto medio, tan solo eso. un abrazo en el 106 cuando son las mil de la mañana. un beso húmedo cuando todo lo que se espera de la vida es frenar ahí. el cielo azul que se me cae encima, duele mirar. una guitarra que miro desde otra habitación, una canción que no escucho, una sonrisa, dos mil sonrisas, un saludo, el adios es repentino.
no quiero imaginarme cómo es todo ahora que el futuro se hizo presente y el círculo se cierra solo para dar paso a


*

"te acabás de ir.
me levanté y me bañé, ahora mi pelo está pensando en las distintas maneras de enfrentar la humedad de hoy.
abrí la libreta muy a lo random y me encontré con una canción que dice algo así como:
"it's strange to see how time agrees to slow down for owls with knees."

con esa imagen en la cabeza, me cepillo los dientes, mirando por la ventana. pienso que es un día de lluvia hermoso y a la vez muy poco gentil. también pienso que lo único que querría es seguir molestándote mientras dormís, porque siempre me estás dando la espalda y yo quiero el abrazo más violeta (algo así como el morado) de madrugadas con vos.
me acuerdo de que cada vez que abro los ojos, veo miles de pájaros que se acercan a mí y me siento como en una nube de nuevo. es que no quiero bajar, te juro que me rehuso. entonces creo que lo mejor es invitarte a conocer un copo de todo esto que soy yo, crayones, fotos de nena pequeña y tortas con dulce de leche que quedan en la heladera llenas de peces de colores, como la canción. y así, como los trenes que van y que vienen, como las distancias que se acortaron de repente para hacerme saber que es hermoso todo esto de querer regalarte el mundo entero aunque sea por un día.
voy a ver qué puedo hacer."

1 comentario:

dospuntocerovision dijo...

cuantos sentimientos en tus palabras
gracias por publicarlo