y si viviera con los esquimales no te podría ver, sos tan blanca...

estoy
como cuando me tiraba en el pasto a mirar el árbol bicolor, lleno de hojas, repleto, era frondoso y circular, un tanto raquítico por momentos, siempre de dos colores, de sol y de luna, de vos y de yo, de yo
dije
o no dije que quería abrazarte en ese circuito de luces intermitentes de por vida.
sos como el regalo que nunca me animé a abrir.
y cuando venga la navidad y me rodeen los rojos furiosos, espero que el mar te traiga de nuevo, que te escupa a mis pies, como a las algas rosas.

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