las glicinas en el jardín y por suerte hay un banco blanco que me sostiene mientras abro los ojos como un chinito porque la luz invade todo y no me deja distinguir grises de violetas de verdes de otros verdes distintos del primero.
cerca está esa voz, esas manos y ese pelo rubio platinado ya y yo no sé qué me dicen todos esos pero estoy tranquila porque tenerte cerca y que me abraces con ponchos de abuela es todo lo que necesito los domingos de amenaza de lluvia, panqueques y té infinito.
decía que las glicinas en el jardín son. como nubes que se confundieron y bajaron hasta mi ventana y ahora no se quieren ir porque están cómodas entre mis cosas. como choclos violetas que sirven de alimento para los diversos abejorros que vienen a llevarse su parte. como algodones de esos que te venden en el parque lezama cuando sos chiquito y te gusta llenarte la cara de azúcar. como palabras de mi abuela cuando salimos a la calle a ver todo desde otro lugar y el perro salta por todos lados y yo tengo puesto tu poncho de abrazos y no me lo quiero sacar aunque ya no tengo frío. como los destinos inevitables de nacer y crecer y ser hermoso y brillar y querer que todos te vean así de imponente, para después...
cuando llegué a mi casa hoy solo quise escuchar esa canción pero todavía no pude.
cuando llegué a mi casa hoy solo quise escribirte pero todavía no encontré forma de describir todos esos peces que desgarraban la ropa del dibujo que le regalé al chinito ayer.
cuando llegué a mi casa hoy solo quise irme a francia a todo vapor, poncho en mano, cámara delante.
cuando llegué a mi casa hoy solo quise subir. subir. subir....
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1 comentario:
un pedazo de copo rosa en el hueco de mi mano. los rulos que se fueron . algunas lágrimas de cocodrilo entre risas de tarde con golondrinas. un globo tambien, un globo plateado con forma de delfin. y este amor infinito que te tengo.
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