manuel onis

y este dolor constante me tiene a té y galletitas de agua. y será un recordatorio de lo que no debo hacer.
lo prohibido y yo y las uñas color uva que tipean como locas. es de noche, pies helados y una música que no me deja en paz. quizá debería ir en busca del vaso con agua para que las entrañas dejen de hacer ruido. van a despertar a todos.
y la música que no me deja en paz.

hoy, esperando el frío en medio del colectivo*, mis oídos dejaron de escucharte y por poco voy al rescate.
así como estás.
puedo ver la luna sobre el sol, puedo dormir después.

y este dolor constante no deja de molestar al cerebro cansado, no quiere dormir tampoco. no quiere escuchar mentiras necias y solo te piensa.
que frío el silencio.

qué frío el silencio y las polleras mojadas y la indiferencia de lunes por la mañana y el té y las aspiradoras y la lluvia tropical.
extraño a los esquimales, aquellos que con dieciseis colores de un solo color imaginan más mundos que cualquier necio de por acá.


*nótese que dejé fluir y el inconciente ganó de mano. por razones antinaturales evitaré la corrección.

1 comentario:

g. dijo...

Texto que deriva... Ojo, nunca a la deriva.

Me gusto como empieza y como se va yendo hacia ese lado.
Me gustó mucho, tiene angel.

Me gustó.
Te dejo besos y saludos.